La limpieza en seco es un método de lavado que utiliza disolventes químicos en lugar de agua para eliminar la suciedad y las manchas de las prendas de vestir. Es especialmente útil para las telas delicadas, como la seda, la lana, el cuero o el pelaje, que podrían dañarse con el agua o los detergentes comunes.

¿Cómo se hace la limpieza en seco?

La limpieza en seco se realiza en establecimientos especializados, como las tintorerías o las lavanderías, donde se utilizan máquinas y productos específicos para cada tipo de prenda. El proceso consta de los siguientes pasos:

• Inspección: se revisa la etiqueta de la prenda, donde se indica el tipo de tela y el símbolo de lavado en seco, que es un círculo con una letra en su interior. La letra indica el tipo de disolvente que se puede usar, y las líneas debajo del círculo indican el grado de delicadeza. Si el círculo está vacío, significa que la prenda solo se puede lavar en la tintorería.
• Pretratamiento: se aplican productos específicos para eliminar las manchas más difíciles, como las de grasa, sangre, vino o chocolate. Estos productos pueden ser aerosoles, espumas, líquidos o polvos, según el tipo de mancha y de tela.
• Lavado: se introduce la prenda en una máquina de lavado en seco, que funciona de forma similar a una lavadora doméstica, pero con un tambor más grande y un sistema de reciclaje del disolvente. El disolvente más usado es el percloroetileno, que es un líquido incoloro e inodoro que disuelve la suciedad sin dañar las fibras. También se pueden usar otros disolventes, como los hidrocarburos o los fluidos siliconados. En algunos casos, se añaden detergentes o suavizantes especiales al disolvente para mejorar el resultado.
• Secado: se extrae el disolvente de la prenda mediante un sistema de centrifugado y secado por aire caliente. El disolvente se recupera y se filtra para su reutilización. La prenda queda seca y limpia, sin residuos ni olores.
• Planchado: se plancha la prenda con una plancha de vapor o una prensa, según la forma y el tamaño de la prenda. Se ajusta la temperatura y la presión adecuadas para cada tipo de tela, y se cuidan los detalles, como los botones, las cremalleras o los bordados.
• Empaquetado: se envuelve la prenda en una funda de plástico o de papel, y se le coloca una etiqueta con el nombre del cliente y el número de orden. La prenda queda lista para ser entregada o recogida.

¿Qué ventajas tiene la limpieza en seco?

La limpieza en seco tiene varias ventajas frente al lavado tradicional con agua, como las siguientes:

• Protege las telas delicadas: la limpieza en seco evita que las telas se encojan, se deformen, se destiñan o se desgasten por la acción del agua o de los detergentes comunes. Así, se conservan mejor las propiedades y la apariencia de las telas, y se alarga la vida útil de las prendas.
• Elimina las manchas difíciles: la limpieza en seco disuelve la suciedad y las manchas más resistentes, como las de grasa, aceite, maquillaje o tinta, que no se quitan con el agua. Además, no deja cercos ni marcas de humedad en las prendas, que pueden ser difíciles de eliminar con el planchado.
• Desinfecta y desodoriza las prendas: la limpieza en seco elimina los gérmenes, los ácaros, los hongos y los malos olores de las prendas, gracias a la acción del disolvente y del calor. Así, se evitan las alergias, las infecciones y los olores desagradables, y se mantiene la higiene y la frescura de las prendas.
• Ahorra tiempo y dinero: la limpieza en seco es un servicio rápido y cómodo, que te evita tener que lavar, secar y planchar las prendas en casa. Además, al cuidar mejor las prendas, se evita tener que reemplazarlas con frecuencia, lo que supone un ahorro a largo plazo.